Vientos
y malos tiempos
presagian un nebuloso tul
para este viaje
de incertidumbres secas
y pesadumbres abstemias de luz
al que me invocas.
Te equivocas
si crees que hablo de nosotros,
de los laberintos del alba
donde enjuagamos nuestra destrucción.
Qué sabes tú de grietas lentas
y sueños de almas incompletas,
de herrumbres que se alumbran
entre muros de prodigiosos rituales.
Hay labios casuales
y besos que predican
la sumisión de la memoria,
la hora estremecida
donde solo es posible el regreso.
Estos versos
no son garras de silencios
ni sonetos entre cuerpos
que comparten su desnudo veneno.
Somos parte de una parte,
de sombras que aún desgranan
un indeciso fulgor,
de pasiones emboscadas
y arquetipos que transitan
la oscuridad que me desvía
hacia la sangre fugitiva
en las arenas de Khana.