domingo, 23 de octubre de 2016

LA HABITACIÓN DESAPARECIDA





Primero doy vida

A las cosas pequeñas

Que me miran todos los días

Inmóviles y sin memoria desde los anaqueles.

Luego despierto a los libros

Que suspiran al abrir sus páginas

Y exhalan sueños de apagados colores.

Reavivo los sonidos sobre las cintas

De una habitación invisible

Donde entra la niebla del mar.

Habíamos pactado ser nosotros mismos

Nosotros pan para los labios

Fosforo para el corazón

Agua enloquecida en cada pliegue.

La noche y yo

Estamos en esta sala de espera

Tratando de hacer vivir

Lo que para la mayoría de la gente

Ya no tiene importancia

Porque no quedan pruebas de  amor.

Ahora doblo y escondo las palabras

Tan pendientes de la cercanía de sus pisadas

Solo me alcanza el ruido inmutable de las olas

Con los ojos me alejo, con las manos presiento

Que es un día cualquiera, un día más

En el que tampoco vendrá.



2 comentarios:

  1. Hay habitaciones donde solo existe una conjugación, creo que nunca desaparece.
    Nostalgia muy sentida y muy bien versada.

    Mil besitos.

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  2. Bellísimos versos, aun sumidos en nostalgia…

    Siempre un placer leerte, querido amigo…

    (Muy buena la canción, y la peli) ;-)

    Bsoss enormes.

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