jueves, 23 de septiembre de 2010
LA DESPEDIDA DE MARA (Tártarus IV)
- ¿Has sentido eso? –preguntó alarmada– Es el sudario del mal.
Por un momento, temí que Mara hubiera perdido la razón. Sus ojos miraban ausentes hacia espacios aterradores que solo ella veía. Me giré y la abracé con fuerza.
- No sucede nada, no te preocupes –susurré a su oído, como si intentara tranquilizar a una niña asustada por el sonido de la tormenta–. Ya sabes que la corriente eléctrica se corta en esta ciudad cada dos por tres.
- ¿Y la piedra negra?
Separé los brazos que rodeaban a Mara y abrí las manos, aun a sabiendas de que estaban vacías. Me levanté de la cama y escudriñé cada rincón del cuarto. En una esquina, sobre la ropa de mi uniforme amontonada en una silla, estaba la piedra negra.
- Quiere irse contigo –dijo Mara con voz tranquila–. Tengo el presentimiento de que lo que representa esa piedra está ligado a tu destino.
- Mara.
- Dime, cariño.
- ¿Te queda alguna botella de Moskovskaya en la nevera?
- Por supuesto.
Media hora más tarde, y un cuarto menos de botella de vodka, Mara y yo permanecíamos acurrucados en la cama dentro del mudo refugio protector de nuestro abrazo. Yo jugueteaba formando rizos con sus oscuros cabellos, sin apartar la mirada de la mancha del techo con apariencia de alas de mariposa.
Mara respiraba despacio y hondo, se diría que estaba sumida en un trance hipnótico o que sus pensamientos flotaban bajo las bóvedas de un encantamiento. De repente, siseó algo en su dialecto tártaro, se arrodilló en la cama y con movimientos leves y sensuales se despojó de la ropa. Luego, me ayudó a quitarme la burda camiseta militar y se tumbó sobre mí haciéndome suspirar al sentir el contacto sedoso de su piel.
Se incorporó unos centímetros y, rozándome con los pezones endurecidos, retrocedió hasta quedarse sentada sobre mis piernas. Puso las manos en mi cintura y comenzó a desplazar poco a poco los calzoncillos. Después, las yemas de los dedos descendieron presionando mis nalgas y ascendieron con suavidad por el exterior de los muslos para unirse sobre el pubis. Las caricias continuaron arriba y abajo, provocándome una violenta erección y una inacabable agonía de placer. Por fin, Mara terminó por empujar los calzoncillos hasta los pies. Con el extremo de la lengua, recorrió mi pecho siguiendo trayectos sinuosos. Me agité presa de un espasmo de excitación y con una sacudida de los pies acabé de desprenderme de los Calvin Klein. Mara posó los labios sobre mi cuello con ternura, como pétalos de nieve que se fundieran en la piel.
Los músculos de la columna se contrajeron y mi espalda formó un arco sobre la cama. Cerré los párpados y dejé escapar un gemido al tiempo que susurraba palabras que parecían haberse extinguido en mi corazón tiempo atrás. A punto de explotar, busqué instintivamente la humedad del sexo de Mara sobre mi vientre y la penetré.
Ella cedió al flujo de la pasión sin tensiones, con una cadencia profunda y tenue, sin exhibir su habitual voracidad cuando hacíamos el amor.
En el torbellino de aquella locura de sensaciones, abrí los ojos y encontré en la mirada de Mara un brillo dulce y purificador que nunca antes había distinguido en sus pupilas.
Aquel latido de luz llegaba desde la larga palidez de un sueño.
No era Mara.
Era otra mujer a quien Mara prestaba su cuerpo.
Su mejor regalo de despedida. El más generoso gesto de amor.
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Sapis que preciosuraaaa!!! Ahora me tengo que ir, era un vuelo rápido. A la noche regreso, por ahora te digo que me hiciste llorar, pero de emoción bien bonita.
ResponderEliminarChauchi y besito lovely bones.
Te das un arte para este tipo de historias que nos haces vivirlas...gracias y buen fin de semana.
ResponderEliminarUfffffffffffffffffffff...me encantó Intimista,con todo lujo de detalles parece que la protagonista es una misma.
ResponderEliminarMe gusta esa forma tan bién descrita de hacer el amor,con suavidad y ternura,pero si no era Mara...quién será?
Quizás la clave esté en el segundo capítulo que no he leído,pido perdón con genuflexión :)
Dulce entrada,me transportaste a otros mundos y hoy en especial,era lo que necesitaba.
Millones de besos.
Ufffffff, mira lo que logró ella... sacó el león q llevas dentro,jajaja
ResponderEliminarMuy buenooo!!!
Hoy si puedo decir sin dudarlo:Me sorprendiste!
Felicitaciones Inti.
Besitos en cantidad.
Era otra mujer a quien Mara prestaba su cuerpo .....
ResponderEliminarYo no llore como Melody pero si senti al leerte muchas cosas
Besoss JM
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVolví por la noche a leer Tártarus...
ResponderEliminarSi fuese posible esa transmutación..aunque si algo es capaz de mover ,transmutar, seguramente es una fuerza como el amor.Una gran prueba de amor dejar que Raquel entrara en su cuerpo ,que pudieseis estar juntos,una dolorosa prueba de amor..
Besos y bona nit!
¿Podría ser Raquel por un momento ?
ResponderEliminar¿O quizás el alcohol te llevo a sentir ese cambio?tú lo sabes,tan sólo tú.
Mmmm...tus letras hacen volar la imaginación llegando a sentir que eres la protagonista, describes casi a la perfeccion, mas que leerte , me da la sensación de estar viendo una visión, eres fantastico , de veras...
ResponderEliminarMuaks.
Buenas noches Intimista!!
ResponderEliminarHas conseguido mantener el suspense hasta el final..pero es el final de la historia?
Gran prueba de amor de su parte,es pura magia,como un sueño,echo realidad,pero lo dejas abierto a diferentes interpretaciones¿esa es tu intención?
Quiero creer,que lo que ve en el fondo de sus ojos,es el amor de la verdadera Mara y el por fin se da cuenta,o el espíritu de Raquel,que como he dicho antes,le da esa prueba de amor,dejándola entrar en su cuerpo...o puede que todo sea un sueño...
Pero lo que es innegable,que has contado tu historia,con gran cariño y mucha emoción,y eso me ha llegado Intimista,gracias!!
Un abrazo
Puf..... ahora me voy a dar yo la ducha fría meniño... :)
ResponderEliminarLindo, como siempre.
Y sigo protestando como en cada blog que entro por esa puñetera palabreja que nos hacen repetir para dejar un comentario. Conste.
Es cautivante,fascinante, encantador, hechizante,y alucinante:
ResponderEliminarUn relato maravillosamente pasional y muy tierno,guarda muy bien la piedra negra
Felicitaciones!!!
Gracias por los comentarios y sobre todo por el afecto que recibo. Tengo que irme fuera uno o dos días, luego contestaré.
ResponderEliminarCarmela: he quitado temporalmente lo de introducir la palabra de verificación en lo comentarios, pero si vuelo a recibir spam (mensajes enviados por máquinas de los cojones), tendré que ponerlo otra vez.
Abrazos y besos.
Un gran relato amigo, con esa calidad y talento que acostumbras. Es un enorme lujo leerte. Me entro a la escena, mejor dicho tú haces que uno perciba que una está mirando de cerca. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encanto! te felicito! la verdad muy bueno! Te invito a mi blog que lo cree ayer, saludos!
ResponderEliminarJM el 29 cumplo años y vengo a invitarte para que ese dia si puedes pases por mi Blogg para regalarte un pedacito de Pastel :)
ResponderEliminarAaaaaa y claro otro para el Tio con mucho cariño
Besosssss
Princes, recibido. Guardo tus palabritas en el cajón "love" de mi escritorio, junto a mi bolsa de caramelos de menta. Ah, si fuera posible convertir esta página en el bosque encantado donde se puede volar, saltar, transformarse en sapi o príncipe. Estoy en ello. Lo digo porque sé que no te atraen mucho las páginas oscuras. Pero, oye, la mía no es oscura, es que tienes que encender el interruptor de la luz que está a tu derecha.
ResponderEliminarBesito en la nariz.
Carmen, gracias por estar aquí. Para mí, escribir es compartir un trocito de recuerdos, de sueños, de fantasía. Así lo siento yo.
ResponderEliminarBesos.
Mor, gracias amiga, creo que la pasión puede ser suave e intensa la vez, creo que eso es lo que hace salir los sentimientos más bellos y profundos de cada uno.
ResponderEliminarEn el relato a quien JM siente es a Raquel, pero, nunca se sabe, quizás Mara, con sus artes de bruja, creó a propósito la ilusión de Raquel, sólo la ilusión, para hacer feliz a JM. Su regalo de despedida.
Besos mil.
Respi, bueno, eso del león que llevo dentro es exagerar mucho, ja, ja. Pero sí que tienes razón: hay sentimientos en el interior de uno, pasiones como tormentas, que sólo una mirada especial, un tacto único, pueden despertar. Así lo he creído siempre.
ResponderEliminarMontones de besos.
Patricia, es que al final somos unos románticos sin remedio, ¿verdad?
ResponderEliminarMuchas felicidades por tu cumple el día 29, si notas que en tu pagina falta un gran trozo de pastel, he sido yo. Me chiflan las tartas. Y más las tartas de cumpleaños. Qué rico.
Que te lleguen mis besos desde la distancia como una caricia de mariposas.
Patus, con permiso y confianza, me animo a enviarle un cariñoso beso. Muchas felicidades en su cumpleaños y reciba también mis mejores deseos para todos los días del año.
ResponderEliminarCon todo mi afecto.
El tío de JM.
Dafne, bona vesprada, transmutación o casi mejor yo diría que transformación. Lo importante es que lo que JM llega a sentir como real por unos momentos. Y, sobre todo, tienes super-razón en una cosa: si hay una fuerza que puede volver las cosas mágicas, es la fuerza del amor.
ResponderEliminarBesos.
Alalba, gracias, me animan mucho tus palabras, en serio, porque el mejor estímulo que puede uno recibir al escribir es conocer que otras personas comparten "las sensaciones", que las imágenes que se describen resultan "creibles". Aunque cada cual tenga luego su forma distinta de vibrar, de ver y sentir las cosas.
ResponderEliminarBesos.
Estrella, encantado de tenerte dando una vuelta por aquí. Sí, el final lo dejo a la libre interpretación. ¡Que vuele la imaginación! No sé, cada uno tiene su forma de ver y sentir las cosas, no me gustan los finales cerrados. JM siente a Raquel, pero eso es lo que él desea; también puede ser la magia de Mara, la bruja buena, ja, ja. Esto del amor es fantástico, para mí el amor y lo sobrenatural casan muy bien.
ResponderEliminarBesos.
Carmela, nada de duchas frías que luego puedes pillar un resfriado. Anda, corazón, recibe este super-abrazo virtual, ja, ja. Bueno, mi niña, te he hecho caso y he quitado lo de introducir "captcha" (verificación de caracteres) en los comentarios. Al principio no lo tenía puesto y me empezaron a llegar los típicos mensajes "spam", los que están enviando continuamente las máquinas, por eso puse la verificación de palabra y por eso lo usa mucha gente... aunque es una verdadera lata. Bueno, ya veremos.
ResponderEliminarMontón de besitos.
Tío y JM ... Si que soy Romántica
ResponderEliminaryo diría que soy mas de lo que debo de ser ... El romanticismo casi se extingue , aun lo hay pero somos pocos
Bueno que he preparado una Torta enorme para TODOS tu JM puedes comer todo lo que quieras pero esta torta tiene un ingrediente Mágico :) si si si la he preparado yoooo , ese ingrediente es SECRETO solo yo lo se, al comerla uno te tus sueños se hará realidad si si pero solo uno
Besos para los 2
Piligauchita, jo, qué emoción, me pongo hasta colorado con tus palabras. Me encanta que hayas venido a visitarme y que además te haya gustado la historia de Mara. Doy saltos como un niño. Gracias, reina.
ResponderEliminarMontón de besos.
Alma, que el lujo es mío por tenerte hoy como lectora y además es un verdadero placer ver tu rostro otra vez en mi página y sentir tu compañía. Gracias de corazón.
ResponderEliminarMil besos.
Melena de León, me siento feliz porque te hayas detenido en esta página. No sé si encontrarás algo interesante, pero está escrita con corazón, a veces un poquito oscuro pero también con luz. Descuida, pasaré encantado a visitar tu página. Siempre visito las páginas de mis amigos de aquí aunque no siempre deje comentarios como quisiera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Patus, ¿un ingrediente mágico en la torta? Ay, no me digas eso, que me pongo nervioso e impaciente, a mí me encantan todos esos misterios. Y qué voy a pedir? ¿Un sólo deseo? Ya lo sé. Gracias por transmitirme tantas ilusiones. Gracias, mi corazón.
ResponderEliminarMe gustó mazo esa forma de despedirse de Mara, qué rica, dulce, entregada. Joder, estuvo bien disfrutar de este manto del mal.
ResponderEliminarUn abrazo, Intimista,
Yo
¿Donde está la froto de tu avatar, Andri? Bueno, te puedo ver aunque estuviera a oscuras. Y, por cierto, de eso va este relato: caminos que confluyen desde la luz y la oscuridad, desde la pasión y el amor sobrenatural.
ResponderEliminarMontón de besos.
Llego algo tarde, pero ha merecido la pena.
ResponderEliminarEstupenda y hermosa historia. Una de las románticas que quedan o que se atreven a decirlo.
Saludos
Reina del Mambo, gracias por tu visita. A culquier hora eres bienvenida.
ResponderEliminarUn brindis por los románticos.
Abrazos.
Te van a censurar el blog...
ResponderEliminarEnvolvente... excitante... emocionante!
ResponderEliminarMara ama a seu homem de forma generosa e verdadeira e respeita, o amor de Raquel, um amor imortal que se manifesta através dela.
Entendo como é possível a ele amar igualmente a essas duas mulheres tão diferentes entre si e, ao mesmo tempo, tão profundamente generosas e carismáricas.
Que venha o próximo capítulo.
Beijokas.