miércoles, 15 de septiembre de 2010
EL DESCONOCIDO (Tártarus III)
Un día de noviembre de 2006, de noche.
Bishkek. Kirguizistán.
La oscuridad siempre está cerca de aquellos que no saben alejarse a tiempo de los espectros que dormitan en su memoria. La oscuridad cae también sobre Bishkek en forma de noche desnuda y fría, como la piel de un ahogado. No hay luna ni estrellas en ese cielo; tampoco más allá hay ángeles o demonios. Tan solo un mar de aguas negras donde se apilan todas las ilusiones marchitas; tan sólo una nada que también muere.
Mara, lleva puesta una amplia camiseta negra con el dibujo de unas llamas en la espalda y un letrero debajo que dice: “Enjoy Tartarus Amusement Park. Afghanistan." A través de la ventana, dirige sus ojos hacia la fantasmal bóveda nocturna.
- ¿En qué estás pensando? –pregunto. Estoy tumbado en la cama, vestido con una camiseta militar color arena y unos calzoncillos Calvin Klein.
- ¿Qué dices?
- Digo que en qué estás pensando –repito, girando con brusquedad, casi con saña, el botón de sonido del reproductor de música portátil de Mara. Las estridentes notas del Satisfaction de Benny Benassi se convierten ahora en un débil murmullo.
- Ah, en el cielo, en cómo debe de verse el cielo en otro sitio que no sea este lugar.
- ¿En Tunguska, por ejemplo?
- ¿Estás de broma, no? –responde ella seria, al tiempo que se da la vuelta–. No me atrae la idea de de volver a la tierra de mis padres; allí no hay más que pobreza. No, pensaba en un sitio distinto por completo: en Londres. He conocido a una mujer de negocios que casualmente es de ascendencia tártara como yo y me ha ofrecido trabajar para una especie de fundación o empresa. Tienen una sucursal en Londres.
- Es una magnífica oportunidad, pero ¿es de fiar esa mujer?
- Oh, sí. He comprobado que la empresa existe. Es muy importante, se llama Sargón y se extiende por un montón de países. Tengo unos familiares que están al tanto del mundo de los negocios y lo han confirmado.
- ¿Qué familiares? ¿Los primos que trabajan para la Organizatsja, la mafia rusa?
- Aquí todo el mundo tiene algún conocido que esté relacionado con la Organizatsja. Esto es Kirguizistán , cariño. El caso es que la oferta es legal y voy a aceptarla. No quiero quedarme aquí cuando tú te vayas. Porque te vas a marchar muy pronto, ¿verdad?
- Iba a decírtelo, Mara. Estaba pensando como…
- ¿Cómo largarte sin decirme una palabra?
Mara dio un salto con la agilidad de una gata, aterrizó a mi lado sobre la cama, se apoyó en los codos y me miró como si llevara un siglo esperando una respuesta.
- No seas tonta…, yo, lo que quería decir era que, bueno, que, podrías reunirte conmigo en España. Podría conseguirte trabajo y permiso de residencia para que estuviéramos juntos, si quieres.
- Tú no puedes vivir con nadie. Al menos, ahora. Sería como compartir hogar con un desconocido. Lo sabes y yo lo sé. ¿Cuántas veces hemos hablado de ello? No directamente, pero sí a propósito de esa mujer que mataron en Afganistán. Ibas a dejarlo todo por ella, a cambiar de vida y empezar otra, quizás en su país. Hasta que pase mucho tiempo no habrá cabida para un amor como ese en tu corazón, quizás nunca. Y lo que es peor: mimas la oscuridad de tu corazón, te resistes a desprenderte del plumaje de los muertos.
- ¿Qué quieres decir con eso del plumaje de los muertos?
- Es una frase hecha. Una frase de mis antepasados tártaros. Significa que no dejas que se corte el vínculo natural con la muerte. Todas las cosas en el universo son así: aparecen y desaparecen para transformarse y seguir caminos que no entendemos. No debes oponerte a esa corriente. Va contra el orden de la Naturaleza.
- ¡Va contra una mierda! Nadie va a convencerme para que olvide, nadie, ¿me escuchas?
- No te enfades. No te estoy diciendo eso. Sólo que sigas tu destino y dejes a los fantasmas que sigan el suyo hacia la nada o lo que sea que exista más allá. No significa abandono, significa cortar una obsesión que puede volverse maligna, que puede atraer espíritus indeseables.
- Mara, sé que todo lo dices por mi bien, pero no quiero seguir dando vueltas a este tema. Además, por mucho que insistas yo no puedo entender esas leyendas vuestras, de los tártaros, sobre los espíritus y lo seres del mal…, todo eso.
- No son leyenda… Debes protegerte o los muertos volverán con otras formas.
- Anda, dejemos de discutir, ven aquí.
- Espera, quiero hacerte un regalo. Un regalo de despedida.
- Por favor, no hables así. Seguro que nos volvemos a reunir muy pronto.
- Vale, pero me gustaría que te quedases con esto –dijo Mara, sacando del cajón de la mesilla una piedra esférica de color negro–. Ponla con tus cosas, así no se te olvidará al marcharte.
- Mara, sé que este objeto tiene valor para ti, sin embargo los amuletos y cosas por el estilo no tienen significado para mí. No necesito nada para acordarme de ti. Si no te hubiera encontrado, si no hubiera esperado reunirme contigo , si no hubieras estado a mi lado después de… en fin, no sé, no sé qué locura podría haber hecho.
- Chsss, no digas más y guarda la piedra. No es nada mágico, es una piedra de Tunguska, pulida y decorada. Pero representa a un objeto sagrado en nuestra tradición: una gema que pertenecía a un pueblo misterioso que habitó en la tierra de mis antepasados. Esa gente adoraba a las sombras y celebraba ritos en los que sacrificaban a extrañas bestias: unos animales que tenían aspecto de gigantescas mariposas negras y se alimentaban de sangre. La piedra protege del Lobo Blanco.
- ¿Quién es Lobo Blanco? –pregunté, fingiendo interés, mientras cogía la piedra. Lo último que deseaba es que Mara pensase que despreciaba las creencias ancestrales de sus antepasados.
- No lo entenderías, pero para explicarlo en términos occidentales, vendría a ser como una encarnación del mismísimo Satán.
La habitación se oscureció de golpe y la atmosfera se tornó espesa y pegajosa como si el aire se hubiera convertido en petróleo. Apreté con fuerza la piedra negra que guardaba en mi mano. Sentí un brusco dolor de cabeza, como un hierro que me atravesara de sien a sien. Hubiera jurado que algo o que alguien nos hacía flotar sobre la cama.
Un instante después volvió a encenderse la lámpara de pie. El resplandor macilento que emitía la bombilla recortó los objetos de la habitación con un aura siniestra.
- ¿Has sentido eso? –preguntó Mara alarmada– Es el sudario del mal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Interesante narración..como siempre tu imaginación desborda...un placer leerte..buenas noches
ResponderEliminarBuenas noches Intimista!!
ResponderEliminarMe gusta como continúa tu relato,se vuelve cada vez más misterioso:la noche sin luna,ni estrellas,ritos sangrientos con mariposas negras,el Orden de la Naturaleza..Lobo Blanco..
Me dejas muy intrigada,se irá Mara a Londres,se irá con él?qué pasa con los fantasmas del pasado,que siguen tan presentes?
Muchos misterios por resolver..espero pronto la nueva entrega
Un abrazo
Hola.muy bien narrada,con mucha intriga,suspenso,y detalles muy sugestivos,me has atrapado.
ResponderEliminarEs un gustazo leerte y espero la continuación
un besote
Pili
Buuuuu! Satán??? Se me helo la piel. Que mieditoooo! Pero GUSTAAAA a Princes.
ResponderEliminarRegreso 2
Tengo un amigo que se va ahora para esas tierras y no puedo dejar de pensar en cómo se sentirá allí. Sé que es su trabajo, el lo decidió así porque es su pasión pero no obstante no sé cómo podría sobrellevarlo si fuese su madre o su mujer, tiene que ser muy complicado.
ResponderEliminarMe alegro de saludarte JR.
Sólo recuerda el poder opiaceo de los recuerdos del pasado. Vivir el presente al máximo no significa necesariamente olvidar, no sería bueno hacerlo, pero tendríamos que dejar siempre algún espacio en blanco para que la vida escriba a gusto. Sigue siendo la vida.
Un beso,
ana
Te leí anoche ,tarde ya ,cuando el silecio llena los rincones de la casa y la noche nos envuelve como pañuelo negro de seda.. en esos momentos... se puede notar el frío liso de la piedra mientras los dedos la acarician...después de ello llega el estremecimiento en el cuerpo...las últimas palabras :el sudario del mal ,mantiene mi tensión en el punto álgido.
ResponderEliminarTe espero...
Al final, escribirás una gran novela.
ResponderEliminarEspero ser la primera en comprarla y me la dediques :)
Un biquiño guapetón
Carmen, el placer es mío. Me alegro de poder compartir mi imaginación contigo. Un beso.
ResponderEliminarEstrella, estrellita de medianoche, no sé por qué me parece que te gustan los relatos con aventuras, ja, ja. Gracias por entretenerte con mi texto. La historia de Mara no continuará más de otro capítulo.
ResponderEliminarUn placer verte por aquí.
Un beso.
Pili gauchita, qué bien tener otra vez tu compañía por aquí y que te entretengas con los mundos (mitad verdad, mitad fantasía) de mis relatos. Estos son mis verdaderos premios: visitas como la tuya.
ResponderEliminarBesos mil.
Ay, princesita linda, tan delicada, mi hada de los sapitos buenos, nada de sustos, nada de sustos, vamos al bosque a disfrutar con las carreras de las libélulas y la estampa de los unicornios mágicos. Pero, magia, magia buena, la del verdadero amor. Ya estoy melancólico-locuelo. Es que estoy escuhando versiones "house" de música salsa. No soporto más a Beny Benassi. Bueno, hasta luego.
ResponderEliminarBesitos cálidos.
Hola, Ana, ¿te he sacado del mundo encantado de tus versos? Estos textos son mucho más crudos, ya lo ves. Ja, es broma, me encanta tener tu visita.
ResponderEliminarEspero que tu amigo se encuentre bien en lo posible en su misión; al fin y al cabo, como él dice, es su trabajo.
Pero para decir la verdad, aquello, Afganistán, es un infierno.
Tienes razón en tus consejos, pero no lo puedo evitar: vivo mucho en el mundo de mis recuerdos.
Besos.
JM.
Dafne, elegiste la mejor hora para leer, es mi preferida, por la noche, con el viento silbando o la lluvia cayendo, ja, ja. Enseguida nuestra imaginación se dispara. eno, por eso andamos por aquí y allá escribierndo nuestras cosas, ¿no?
ResponderEliminarMe encanta que hayas venido por aquí.
Un beso.
Carmela, la novela, el manuscrito con muchos capitulos anda por ahí escondido en un archivo secreto con el nombre de La Mariposa Negra. Es el final de la historia.Pero dudo mucho que salga a la luz... A menos que mi tío, tan revoltoso, descubra el archivo, ja, ja.
ResponderEliminarMe da mucha alegría tener tu presencia aquí.
Mil besos, wapa.
Ya vamos por el tercero y solo sé que hay recuerdos que jamás borrarás de tu mente.Te comprendo más de lo q imaginas...
ResponderEliminarTres besos acompañados de tres abrazos para que alivien(tal vez) el dolor q llevas dentro.
Cuidate Inti.
El plumaje de los muertos ... Sabios consejos al igual que tu Tío te daba Mara
ResponderEliminarCalvin Klein , buen gusto :)
Me tienes atrapada con tus verdades y fantasía
Besos
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
wowwwwwwww genial narración, con todos los ingredientes para lograr erizar la piel de quien te lee. ¡Excelente! Tienes talento y te aplaudo. Un abrazo.
ResponderEliminarRespi, lo sé, sé que me entiendes más de lo que parece. Recibo tus besos y abrazos como una bendición y una caricia de luz. Gracias por no dejar de estar entre mis palabras.
ResponderEliminarUn montón de besos.
Patus, recibo los cálidos cosquilleos de las alas de tus mariposas. Espero seguir manteniéndote atrapada con más relatos, todo lo cerquita que sea posible, ja, ja.
ResponderEliminarMil besos, corazón.
Alma, me pongo colorado por tus bonitas palabras sobre mi entrada, pero a la vez me siento muy animado al venir de una excelente escritora como tú, tan reconocida y admirada por infinidad de lectores de todas partes.
ResponderEliminarBesos con todo cariño.
El regreso como Cazafantasmas: No tengo miedo... bueno, un poquitino siii. Soy corazón valiente, y si estas tu, menos miedo tengo.
ResponderEliminarFascinante, me sigue conmoviendo el amor de Mara. Ay porfi que ella termine bien, me pondría triste si no.
La parte de la oscuridad cae sobre Bishkek como...mar de aguas negras. Es estupenda, armas las frases como si fuera natural, (para ti seguro lo debe ser) pero para los que te leemos nos asombras. Y le quitas el reproductor asi?? jaaja, menos mal que no estas cerca, que ando con los auriculares en la oreja.
La escena de terror, buenisssima, parece una peli, ay MAMA !!jaja. Tendria que tener esa piedra, pero vengo equipada ja. Me encanta como unas de mis movies de terror preferidas: The descent 1 y 2, la vi varias veces, gritooo, pero me copaaaa.
PD: Pendiente escuchar a Beny Benasi con una piedra en la mano(puede ser del jardín de mi casa?? mmmm No creo que me proteja del Benny, ay mama!!
Volver a ver Bright Star.
Expectante por la próxima Tártarus.
Besitos cazafantamas.
El sudario del mal me tiene ya con ganas de saber cómo viene la próxima entrega. No es obsesión. Yo tampoco olvidaría y menos si no quiero. Menos mal que Mara no hablaba de eso. Si se trata de ser obsesivo u obsesiva por no olvidar, yo soy más de todos.
ResponderEliminarJoder, siempre con la mala costumbre de pensar que soy insuperable, que todos los males los llevo yo en la mente y en el cuerpo. Es que me gusta sentir que soy como la bruja de blanca nieves. Como si fuera algo muy feo, no sé por qué eso me satisface tanto. Es mi lado negro fulgurando. Eso debe ser, lo mismo que dejó los objetos con ese no sé qué misterioso.
Encantada de leer esta otra entrega de Tártarus.
Muchas gracias Intimista por tus palabras en mi entrada Simone. Fueron muy dulces, yo las acogí en mi pecho para guardarlas como un pequeño tesoro. Gracias de corazón.
Un abrazo muy fuerte.
No sé si soy especial, me gusta pensar que lo soy, pero sé que no.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPase a desearles feliz fin de semana al Tio y a Ti
ResponderEliminarBesosss con cariño
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Me agradó el relato , es cautivante , un gusto leerte .
ResponderEliminarPablo
The descent, guauuu, qué supermiedo. Una little princess no debería ver esas cosas tan fuertes y horripilantes ni leer relatos de los míos. Pero Melody, sale del bosque y disfruta con emociones fuertes y hasta puede que (no, no podría creerlo, no) que hasta le guste Benny Benassi.
ResponderEliminarVen, anda, dame tu mano, mejor te llevo a ver otra vez Bright Star. Y te susurraré al oido el soneto de Keats: "Bright Star would I were stedfast as thou art.... ¡Brillante estrella! Quisiera ser tan constante como lo eres tú..."
Besos superbesis antifantasmas.
Se me olvidaba, princesita: muy chula la foto.
ResponderEliminarAndri, pues claro que eres especial. Y no es que sólo te lo diga yo. A mí me pareces muy valiente, sacando afuera rodas tus maneras de ser, tu buen carácter y tu carácter más oscuro. No todos son capaces. Y además lo haces con gracias y simpatía.
ResponderEliminarEn Tártarus supongo que habrá puntos que encontrarás de tu gusto, sobre todo ese coraje, cada uno a su manera, esa lucha por el amor. El amor que tal vez nos termine de descubrir a nosotros mismos.
Besos mil, besos superespeciales para alguien muy especial.
Mil gracias, Patus. Yo he estado fuera, un par de días de escapada, en las fiestas de un pueblo de la costa. Mi tío creo que iba al futbol con Pepe El Viagra.
ResponderEliminarGracias, corazón. Besos.
Pablo, gracias por pasarte por aquí y por leer mi relato. Me alegro saber que te resultó interesante.
ResponderEliminarSaludos.
Inquietante... los labios de esa fotografía también.
ResponderEliminarBeso,
L.
Luna, a veces sueño que camino por un largo pasillo con puertas, muchas puertas, que son todas iguales. Eso es lo que yo llamo inquientante. Intento transmitir en estos relatos un pedacito de esos sueños, la sensación de que caminamos, a la vez, por dos mundos.
ResponderEliminarMi cielo tiene forma de labios.
Besos.
Hola, guapo. Viene a dejarte un saludín, con aprecio y cariño del bueno.
ResponderEliminarUn abrazote,
Andri
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
ResponderEliminarTu me dejas Mil Besos yo vengo a dejarte 333 :)
Gracias
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Um momento de transição... foi como vi este "capítulo". Estou louca pra ler o próximo.
ResponderEliminarBeijokas.