sábado, 13 de marzo de 2010

MARIPOSAS EN EL INFIERNO

En un viaje que dura para siempre
las cosas no cambian tanto
si las miras desde los rincones ondulatorios
de una soledad invisible.
Nada sé ya de ella, de sus arcos
impacientes, de los callejones de duelo
y de la hiedra escarlata que ascendía y amaba.
Todo es un simple azar
de cualquier vida desmoronada
y clavada en el cielo.


Pero no había
llamas en el alma
ni en los ojos nocturnos gotas
que viniesen de sus ramas,
de vez en cuando algunas
deudas de adrenalina.
Podíamos hablar de roces
en un espacio entre escápulas sin bocas
que nos abrigaran.


Las lunas de aguardiente, las incólumes trampas
de aquellos paraísos que no dejaron huella
se adhieren ahora al tiempo adyacente
en el ocaso del arrecife.
No tengo miedo de repetir las palabras.
Nada me compensará escribir al agua fugitiva
y al proscrito viento de la voz
que solía posar su carne en la penumbra.


Así hablo
 –sé que le gustaban las palabras sencillas- y, en vilo,
el desgarro del abismo intensifica
todo en la lengua de la memoria.
Por momentos
se cierra la pérdida de un círculo innecesario.
Todo está abajo,
dilatado con la esencia del amor como impulso transitorio
de las mismas mareas deslumbrantes.

2 comentarios:

  1. Intimis un poema bellamente desgarrador, que trasluce en cada estrofa la soledad invisible, el amor por aquella que se fue en un viaje que dura para siempre, a la hiedra escarlata y más... como siempre tus metáforas son insuperables.
    Y aunque yo soy de palabras sencillas, tu poema tiene eso que es inexplicable, como las canciones escritas en otros idiomas que entiendo poco; y sin embargo me encantan y atrapan por su ritmo. Al igual que estos versos, por los sentimientos profundos y sinceros tan bien exteriorizados en cada bella palabra que usaste, me gusto mucho. Un abrazito apretujaditoooo para tí, nos vemos.

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  2. Ah, Mélody, eres fantástica. Dices algo así como que no estás segura de haber entendido el significado de mis versos pero que te han gustado. Bueno, eso es lo más bonito que puedo escuchar. Además, lo que sí has captado perfectamente son los sentimientos que trato de expresar. Y eso es lo importante. Entender los versos de otro siempre es difícil; yo, por ejemplo, ni siquiera entiendo los míos, ja, ja.
    Un abrazo fuerte.

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