La puerta está abierta y los espectros se regocijan de
encontrar la boca de un sumidero donde el olor del deseo, de la apariencia y
del vacío conviven juntos con intensidad. Ciegos, sin tacto que se encienda con
otro tacto, los fantasmas se agolpan en la entrada. Algunos permanecen
indecisos por un instante y, finalmente, se dan la vuelta para perderse en la
humedad oscura. Se dice, en secreto, que los fantasmas odian las puertas: hay
umbrales que al ser traspasados hacen arder
los escombros de la memoria y toda la miseria del pasado se ilumina de
golpe.
Pero estas no son puertas que cruzan una frontera entre dimensiones, tan solo es la habitual
entrada del Brutus Bar.
Hace un año que no vuelvo por aquí. El portero, un gigantesco
negro, cuyo pelo comienza a clarear y a exhibir
rizos plateados, me sonríe como si hubiera sido ayer el último día que
me saludó.
Ni fue ayer, ni
tampoco hace un año: ha sido toda una vida; una vida que quizás ya no es la mía
sino la vida de otro. El tipo que ahora entra ya no tiene nada que ver con el
que fue en otro tiempo.
¿Nada?
¿Entonces cual es la razón para regresar?
Hay un espacio libre al comienzo de la barra: a todos les
gusta adentrarse en el local, cerca de la pistado de baile, donde también actúan
de vez en cuando bandas musicales –como la popular "Marchamala".
- ¿Qué te pongo?
No conozco a la camarera. Muy alta, con vestido negro bien ajustado
y corto. Su rostro no es de facciones finas
y el maquillaje gótico no contribuye a mejorarlo, pero tiene unas
piernas de infarto.
- Stolichnaya con hielo.
- ¿En vaso ancho
o largo?
- Ancho.
A dos metros, una mujer de melena espesa de color carbón con
destellos azulados me observa con descaro, se diría que entre sorprendida y
divertida; como quien de pronto se
topara con un alien de películas B.
“Olé tus huesos, morena –pienso, un poco molesto– tienes
buenas curvas y te gusta lucir palmito. A ver si calientas las babas de unos
cuantos soplapollas que soñarán con tu carne esta noche. Yo solo quiero tomarme
esta copa tranquilo, no tengo el menor interés en averiguar de qué vas.”.
Es la hora en que las almas pesan de forma extraordinaria y
descienden al ras del suelo y se enmascaran con el polvo de una realidad sin
significado.
Todo regresa con distintas formas. Mezclado entre lo
desconocido, detrás de miradas donde se mecen los restos de un amor evaporado.
- Scusi –oigo
pronunciar a una voz femenina detrás de mí–. Tienes cara de estar perdido –continúa diciendo mientras me rodea para plantarse
frente a mí– . ¿Eres de aquí?
Es la morena del pelo eléctrico. Habla en correcto español
pero con apreciable acento italiano. Su rostro es redondo y sus labios gruesos
y sensuales. Se aproxima todavía más y
ladea la cabeza, de forma que su pelo resbala como una tormenta de relámpagos
azul oscuro. Por un momento, pienso que está bebida y pretende directamente morrearse conmigo allí en medio.
- ¿Te comió
la lengua el gato? –insiste ella, sin cortarse.
- Soy de
Madrid –respondo al fin, algo desconcertado–, pero hace tiempo que vivo aquí.
- Yo soy
italiana, de Nápoles, aunque desde hace años
vengo todos los veranos a España, me encantan estas playas.
- Hablas muy
bien el español.
- Grazie. Yo me llamo Isabella, ¿y tú?
- JM
–respondo después de una pausa–, mis amigos me llaman JM.
- Tengo la
impresión de que me mientes.
- En
absoluto. ¿Por qué crees eso?
- Porque
daba la sensación de que estabas dudando.
- Qué va, no es por eso. Es que estaba pensando en otros
tiempos, cuando venía por aquí.
Joder, no sé ni de dónde saco ganas para dar una respuesta
educada. Hago un esfuerzo por salir del ensimismamiento en que había caído al
entrar en el Brutus. Isabella lleva un vestido
de tejido ligero como el tul y negro
brillante, con un escote benefactor que resalta su espléndido pecho. Sin duda,
este detalle facilita que vuelva a centrarme en la realidad más inmediata.
- ¿Conoces a
gente aquí, en este sitio? –pregunta la italiana, elevando la voz sobre el
volumen de la música.
- Seguro. Si
me doy una vuelta puedes apostar a que encuentro algún conocido.
- Pero
estabas sólo.
- Depende de
cómo lo mires.
- Qué gracia
–dice ella con sorna– ¿Cómo lo voy a mirar? Desde que te he visto por ahí, con
el vaso en la mano, y con aire de estar
más en una iglesia que en un bar de copas, no estabas acompañado. A no ser que
tu acompañante sea un fantasma.
- Es hora de
irme, estoy cansado –digo con convicción.
- Eh, no te
pongas así. Estaba bromeando. Eres misterioso, ya se nota desde lejos, pero me
gustan las personas como tú. Soy escritora.
-
Fantástico. Yo de escribir, lo justo, pero me alegro de que te guste la gente
como yo.
- Es que
tengo un sexto sentido.
-Me lo
estaba imaginando.
- ¿A qué te
dedicas?
- Trabajo
para el Estado.
- ¿Policía?
- No, no.
- Militar.
- Puede ser.
- Sí, se te
ve cachas. Aunque no pareces militar.
- Como quieras. Tú sí que tienes un buen tipo.
“Y unas tetas que no te las mereces, madre mía, qué
espectáculo” –pienso con la boca cerrada.
- Grazie Mille.
- Además
eres muy simpática. Y encantadora.
- Entre
otras cosas, ja, ja –replica ella, desenfadada.
- Pero, de
verdad que lo siento, tengo que irme.
- No, no, de eso nada –se opone Isabella con los brazos en
jarras–. No antes de que bailes conmigo. Ahora no puedes dejarme... come dite voi?... plantada. Mira, hombre
misterioso, mira lo que te rodea: esto es la vida, lo que puedes gozar antes de
que te des cuenta de que il diavolo te lleva con él. No desprecies
una risa, una locura, una carezza...
Andiamo, la note è bella.
Andiamo, la note è bella.
Suspiro hondo y sin protestar me dejo conducir hasta la
pista de baile. A toda potencia, los altavoces vomitan "Loco de amor"
de Boxer-Morena:
"Tú podrías hacer
que me enamorara de ti,
que te amara con
locura.
Encuentra una
manera."
Hace calor. Un brillo tenue de transpiración se extiende sobre la parte
al descubierto de los magníficos senos de Isabella mientras bailamos y enlazamos nuestras
cinturas.
Ahí fuera, los fantasmas se refugian en los fríos huecos de
la oscuridad. Benditos sean.
En el Brutus Bar, la
notte è bella.
Mi sobrino dice que va a dar un paseo por la playa pero para mí que ha ido a ese chiringuito nuevo que está de moda. El caso es que aprovecho su descarada vagancia para cuidar esta página y voy a ser yo quien ponga este verano algunas versiones de antiguos textos, lo que mi amigo Pepe el Viagra, que se las da de moderno, llamaría remakes. Cortos y fresquitos como el tinto de verano.
ResponderEliminarDicen que al chiringuito ese van muchas nórdicas, no sé que verá mi sobrino de especial en esas mujeres tan frías, brrr, con lo que tenemos aquí y no digamos al otro lado del atlántico, sangre latina, por Dios, con la alegría que da. En fin, este sobrino es que tiene la cabeza llena de pájaros.
Quedo a disposición de los señores visitantes para tomar una caña. Y a disposición de las damas para lo que haga falta, ya saben, dar crema bronceadora, llevar la sombrilla, en fin, lo que haga falta.
Su seguro servidor.
Tío, deja ya de jugar con mi página y de paso aprovechar para intentar ligar. Anda, vete a echar una partidita de dominó con El Viagra.
ResponderEliminarEspectacular como siempre JM, te dejo un abrazo y te deseo un hermoso fin de semana.
ResponderEliminarPD: la música de más!
Eran tetas?, no sería una amigdalitis subcutanea???
ResponderEliminarmira que eres! cómo te gusta...jejeje la música nocturna...
besito amigo mío, buen verano (nocturno y diurno).
ana
Mmmm... Con que facilidad te dejas convencer. Claro que la italiana tenia dos poderosas razones que por su puesto no pasaron desapercibidas por ti... ¡Y eso que estabas así... como con ganas de nada! :)
ResponderEliminarQue disfrutes en el chiringuito y dile a tu tío que no se preocupe por eso de la temperatura de las nórdicas, que con el cambio climático ya nadie se puede fiar.
Besitos
Inti,sabes que tus entradas me fascinan ,transportándome a esos mundos llenos de magia y oscuridad que tanto me gustan.
ResponderEliminarLa música acertadísima ,como siempre...
Disfruta de tu mar y de momentos llenos de magia.
Te beso.
És un placer volver a leerte.
ResponderEliminarEstava com saudades desses teus textos que fazem a imaginação passear por momentos e sensações sensuais e sempre românticas.
La notte è bella...
A música, contagiante!Impossível não se deixar envolver por ela e por esse ambiente que vc descreve...
Bom estar aqui... como sempre.
Beijokas.
a una mujer, en la misma frase, no le puedes decir que está estupenda y que, a pesar de todo, te tienes que ir, que son casi las 12 y te vas a convertir en calabaza...
ResponderEliminarsi es lista, y la mayoría lo es, no querrá dejar escapar un partido como tú
Un placer volver a tu blog a leer uno de tus relatos.
ResponderEliminarUn beso.
Sinceramente y como siempre Intimista, me ha encantado tu tema,solo que hoy he tenido que hacer uso inmediato y excesivo de san google, por aquello de las definiciones.
ResponderEliminarMe marcho de vacaciones satisfecha por haberme dado el placer de leerte.
Besos Intimista
Cris, me alegra mucho verte por aquí, y saber que te gustan los textos y, sobre todo, que disfrutas de la música conmigo.
ResponderEliminarBesos.
Ana, son cosas del verano, se mezclan los recuerdos, los que siempre están ahí, los que me llevan a una época en que podía sentir sin miedo, se mezcla todo eso, te digo, con la gente loca típica del verano, la marcha, el no pensar. Es la vida. Cada vez salgo menos, por muchas razones, pero cuando sales es lo que hay.
ResponderEliminarBesos, amiga mía. Y no pienses que soy tan superficial, estos textos son como anécdotas, sólo con el fin de entretener.
Campoazul, el texto, la anécdota que quiero contar con el texto, consiste en que uno sale por ahí con sus fantasmas (recuerdos, nostalgias) a cuestas pero la vida sigue y te llama, es una tontería, pequeñas cosas, palabras de personas desconcidas, deseo, ganas de divertirse...es el afan del ser humano para escapar de su mortalidad, para apurar cada minuto de su incierto tiempo.
ResponderEliminarBesos.
Mor, entiendes mis palabras y nos sentimos unidos en nuestras oscuras pero nobles emociones porque los dos sabemos lo que es el sufrimiento y a la vez sabemos lo hermosa que es la vida. Oscuridad y luz, vida y muerte, ciclos de eternidad.
ResponderEliminarBesos.
Me encantan los relatos llenos de fantasias, aunque la napolitana tenia dos buenas razones para convencerte de quedarte
ResponderEliminarUn abrazo
Lua, un placer tenerte de visita y que compartas estos relatos que son escenas de la noche con dosis de misterio y fantasía.
ResponderEliminarBesos.
Shang, no debería pero lo he hecho alguna que otra vez, empiece yo la conversación o la empiece ella. Lo hago cuando me cruzo con alguna de esas tías que van de estrellas por la vida o las que son simplemente unas calientasopas, que también las hay. Dicho esto, reconozco que la peor parte abunda en el lado de los tíos, particularmente entre plastas y babosos.
ResponderEliminarEn fin, anécdotas de la noche.
También tiene sus cosas buenas.
Besos.
Pues, querido sobrino, a mí me parece que la Sra. Shang Yue tiene razón, nunca debes hacer algo delante de una dama que parezca una grosería, aunque no lo sea. Si no te apetece salir, no salgas.
ResponderEliminarTío, solo es una anécdota, ¿vale?. Eres peor que mi madre. Y ya tengo unos cuantos añitos. Pufff.
ResponderEliminarMi querido Inti!!
ResponderEliminarTenía tantas ganas de leerte...pero hasta hoy no he podido comentarte,me quedo pensativa,pues no sé si decirte primero la parte frívola del relato,lo de la chica italiana,jaja,que quiere bailar,ligar contigo,o comentarte lo que dice tu señor Tío de que se ofrece para lo que queramos,sea dar una cremita,una cervecita...por cierto dale un beso de mi parte o entrar en lo que realmente me llama la atención y es el principio de tu relato,los fantasmas que nos acechan,los que vuelven,los que nunca se han ido,algo he escrito en mi entrada al respecto(qué casualidad),son como dos mundos paralelos que de vez en cuando eclosionan y se funden en uno,dejándonos a la deriva,mientras el mundo continua ahí fuera,la vida sigue sin nosotros,entonces es mejor continuar con ella,puede que no consigamos olvidarnos,a veces ni queremos hacerlo,nos gusta tenerlos a nuestro lado,sintiéndolos,reviviendo...pero no podemos anclarnos,por eso veo bien la "ayudita" de la italiana,o sea,la vida,que intenta sacarte de un pozo que por momentos te sumerges...unas palabras quizás,una sonrisa,un tropezón...cualquier cosa sirve para despertarte de tu abstracción y volver a respirar con normalidad y a que tu mirada vuelva a brillar.
No quiero dejarte sin antes darte un beso con sabor a horchata y un fuerte abrazo aspirando tu olor a mar,a olas,a rocas,a arena...a playa,mmm!!!o es a chiringuito a lo que huelo????,tendrá razón tu Tío??.
De corazón,un abrazo y un beso,mi querido JM.
Estás ahí JM???
ResponderEliminarNo me lo puedo creer...
Pero mi querido Tío, así que nórdicas
ResponderEliminarjajajaaj mira dejalo que a JM le hace falta salir y distraerse un poco
Ya vez lo que le dicen las chicas
Te han comido la lengua los ratones :) es muy serio y tímido ;)
Besos Mi querido muy querido Tío
JM ... Unos cuantos añitos eeee jajaaj.....Se te quiere , te mando todo el cariño que me cabe en el alma
Muchos besoss para los 2
El escrito ya sabes me gusta mucho que nos compartas tus vivencias y fantasías
Hasta los fantasmas de la noche pueden dejarse seducir para bailar con esa bella desconocida.
ResponderEliminarSiempre es un placer dejarse atrapar por tus bellos relatos.
Besos.
Lunna.
María, gracias por venir.
ResponderEliminarUn beso.
Ame, que disfrutes de tus vacaciones. Te espero a la vuelta.
ResponderEliminarBesos.
Lapislázuli, como bien señalas tú, el texto es un contraste entre la oscuridad de los recuerdos (los fantasmas) y los momentos que podemos disfrutar en la vida.
ResponderEliminarBesos.
Estrella, el juego de este texto va exactamente por donde tú dices, aprovecho una anécdota de una noche para enfrentar ese paseo que a veces damos entre los recuerdos más oscuros y la vida que marcha a nuestro lado, es lo que tú también cuentas en tu entrada cuando hablas de esos "fantasmas", aunque en mi caso siento tanto esos fantasmas que a veces es como si tomaran densidad y puedo verlos apoyados en la barra del Brutus, ja, ja, es broma.
ResponderEliminarParece que coincidimos por esos caminos virtuales, vaya, y yo sin ir a la peluquería, je, je.
No le hagas caso a mi tío, tiene mucho rollo.
Besos y disfruta lo que puedas de la playa.
Patus, que sí, que soy serio y tímido, cuando estoy dormido, ja, ja, no, de verdad que suelo ser formal.
ResponderEliminarAy, no te rías cuando te hablo de mis "añitos" que ya me da depresión cuando llega mi cumpleaños, qué pena, pero vamos, no me conservo mal para tener 80 años, juás. Además no todos podemos cumplir años y seguir como tú, que estás tan guapa y encima también con una nieta que es superguapetona.
Besos muy grandes.
Y de mi tío, ya sabes.
Feliz finde,querido amigo!!
ResponderEliminarUn besito desde mi mar!!
Sí que vine muy seguido que no tienes nada nuevo.
ResponderEliminarUn beso.
Buenas noches Inti!!
ResponderEliminarQue la Luna te sea propicia...
y puedas pasear por la orilla del mar,que tus sueños anden junto a ti
y los veas realizar!!
Felices sueños de una noche de verano!!
Un "caluroso" abrazo con mi cariño!!!!
...La notte é bella...
ResponderEliminary largaaaaaaaaaaaaa!!!!
aquí no amanece o qué?
besitos en la "bocamanga"
ana
Tus entradas rompen Inti.Eres único, estos temas los trajinas como quieres y bien.Te mando mil besos de luz.Que pases un excelente fin de semana.
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