miércoles, 11 de agosto de 2010

LOS QUE VIVIMOS



Los que vivimos tal vez ya no existimos, tal vez seamos sólo espejos y no lo sabemos.
Vemos a menudo en las retransmisiones transcontinentales que existe una demora, apenas un instante, en que la imagen y sonido sufre un levísimo retraso mientras las ondas recorren una distancia de unos tres o cinco mil kilómetros. Cuando se contempla una retransmisión desde una nave espacial, la demora es más evidente.  En realidad durante el tiempo mínimo que tarda en llegarnos la información audiovisual los emisores podrían haber sufrido un evento catastrófico, no sé, una hemorragia cerebral masiva, una arritmia letal, o un disparo en la cabeza, que les hubiera provocados la muerte instantánea y por una casi imperceptible fracción de tiempo hubieran estado ya muertos mientras nosotros aún obteníamos de ellos una representación viva.

Imaginemos que otros seres nos contemplan desde un planeta situado, digamos, a 200 años luz (lo que es una distancia muy modesta en términos estelares). Supongamos también que su atención se centra, por ejemplo, en Cádiz. La percepción que obtendrían de nosotros, debido al retraso que deriva de la velocidad de la luz, sería la de estar contemplando en su apogeo la batalla de Trafalgar.
De algún modo, la batalla de Trafalgar,  o cualquier otro evento en la historia de cada uno de los seres vivos de este planeta, no ha cesado nunca.

Podríamos incluso suponer que nuestras existencias viajan en un modo continuo y desplegándose del momento original, del tiempo cero de cada acto de nuestra existencia. Compartimos ese éxodo con todos los seres, objetos y eventos contemporáneos de ese momento dado – nuestros compañeros de tránsito–   pero en realidad somos solamente espejos viajeros de cosas que ya se han extinguido.

En cada instante de ese viaje, para observadores de distintos e infinitos puntos del universo, continuamos cíclicamente reeditando nuestros actos. De hecho, ahora mismo podríamos simplemente estar situados en una capa o corte – por llamarlo de este modo–  de este viaje en el espacio-tiempo pero no sólo como un montaje de  imágenes fotograma a fotograma, sino teniendo la falsa conciencia de todas las sensaciones que de modo continuo creemos percibir de un entorno “real”.

Existen un tipo de neuronas en nuestro cerebro llamadas “neuronas espejo” que se activan ante determinados estímulos externos de igual manera que si nosotros experimentásemos en primera persona esas sensaciones o acciones. Es decir, las neuronas se activan ante la visión de una persona corriendo o ante el sonido de un refresco burbujeante al caer al vaso de la misma manera que si nosotros estuviésemos corriendo o bebiendo ese refresco.

Tal vez vivimos de las rentas de esas sensaciones almacenadas en nuestras neuronas espejo y, como en la leyenda del buque fantasma, seguimos perpetuamente buscando un puerto sin saber que hemos dejado de estar vivos –o despiertos–  hace tiempo.

24 comentarios:

  1. Y yo que venía por el escrito de amor...Que pasó? Te das cuenta... tanto levantar la vista al cielo para realizar la misma actividad que estoy observando...jaja
    Inti, los que viven...y los q sobre-viven que espejo llevan?
    Besos en cantidad .)

    ResponderEliminar
  2. Holis Profe. Uyyy, recorde mis libros de Neuropsic.
    Ignoro si mis neuronas espejos funcionan, ya que a veces me comporto como neurotípica,y otras un poco aspergeriana.
    No me agradaría enterarme que vivo de rentas, que he dejado de existir (mum... triste)
    La sorpresa, el cambio y asombro permanente por las cosas y seres de esta vida, como si recién los conociera y disfrutara, es algo que amo.
    Muyyyy aburrido, ojalá no sea verdad. Odioooo ser un buque fantasma.
    PD: Recién reparo en las fotos: Intimis en amarillito (otro de mis colores prefe) y la otra también. Bonitossss, mago!!
    Muy buen post. Gracias por hacerme reflexionar.
    Besito Profe y mi libreta, en la capa-corte del espacio-tiempo.

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado tu reflexión.
    A veces he imaginado como debe ser si pudieramos engañar al destino, hacer alguna trampa para poder llegar antes que él.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. pero en realidad somos solamente espejos viajeros de cosas que ya se han extinguido.

    Si .... Las cosas se extinguen de una manera que uno no se explica ,solo perdura el verdadero amor si no hubo amor todo se extingue como bien dices

    Besos querido Viajero

    ResponderEliminar
  5. Y desde el tiempo vengo Intimista he recalado entre tus páginas.
    Desde un lugar inombrable, han caido, mis escamas.
    Hoy caen, aquí.
    Salma.

    ResponderEliminar
  6. Me he tomado la libertad de poner esta “reflexión” que he sacado de la carpeta Limbus del ordenador de mi sobrino. Creo que este verano merece que descansemos un poco de los relatos disparatados y los versos desgarradores que JM almacena en la carpeta Innominata. De esta última carpeta, sigo intentando sacar información de un archivo que lleva el misterioso nombre de Mariposa Negra, pero ni con la ayuda de Pepe El Viagra he conseguido sacar nada en claro. No hay papeles arrugados sobre ese archivo, todo está en el ordenador de mi sobrino, dichosa máquina de los cojones, con perdón.
    He estado en La Puntica del Mar Menor dándome unos baños de lodos que me han sentado de maravilla para las articulaciones.
    Mis respetos y saludos afectuosos para todos. Un fraternal beso en la mejilla para las damas, si me permiten el atrevimiento.
    El tío del Intimista

    ResponderEliminar
  7. Ainsssssssssss
    Yo soy espejo :)
    Biquiños tiernos meniño astronauta de sueños.

    ResponderEliminar
  8. Pero, bueno, qué es esto. No se puede ir uno a dar un paseíto en barco sin que aproveche mi tío para ponerme la casa patas arriba.
    Escucha querido tío, ni se te ocurra trastear con los archivos de la Mariposa Negra.
    Ah, y no te olvides de echarle un poco de agua al poto.

    ResponderEliminar
  9. Respi, si tú quieres versos de amor, yo te pondré versos de amor. Pero mis versos de amor suelen ser un poco misteriosos y oscuros, qué le vamos a hacer.
    Esta noche no pienso apartar la vista del cielo. Es la noche más perfecta para ver las Perseidas, la lluvia de estrellas fugaces de cada verano. Lo que me temo es que no se ven desde el hemisferio sur, no sé, no estoy seguro, creo que no. Lástima, esas lágrimas son como sueños de amor que llegan desde muy lejos..
    Besos mil.

    ResponderEliminar
  10. Melody, princesita, a ti no creo que pueda imitarte nada ni nadie, revoltosilla, imprevisible, encantadora. Pero de aspergeriana nada de nada.
    Bueno, este texto sólo es una reflexión, un pensar-por-pensar. En realidad, me gusta más creer en un universo donde muchas vidas son posibles, donde tenemos más de una oportunidad. Hay una película maravillosa sobre esto: Solaris (la última versión).
    ¿Sabes que me encanta la neurociencia? Lo de las neuronas- espejo es totalmente cierto.
    Me alegro mucho de que te gustaran las nuevas fotos, esto es como los grandes almacenes: hay que cambiar el decorado de vez en cuando, ja, ja.
    Besos sin tiempo.

    ResponderEliminar
  11. Sí, Madison, yo también he fantaseado sobre lo mismo. Viajar por el tiempo, adelantarse a ese acto que cambió nuestra vida o la de una persona querida y arrastró por un destino nefasto. Pequeños actos, pequeñas palabras, pequeños silencios… y grandes consecuencias. Es el “efecto mariposa”.
    Si pudiéramos saber…
    Mil besos.

    ResponderEliminar
  12. He venido a está página por recomendación de mi amada nieta. A expresarle mi admiración y apoyo, al señor tío de JM, por su paciencia, entereza y persevarancia en la búsqueda de su sobrino.
    Mis más apreciados saludos para Usted.

    ResponderEliminar
  13. Sí, Patricia, espejos de viajeros, espejos de un amor perfecto. Es exactamente lo que tú dices, justo eso: si no hubo amor, todo se extingue.
    Gracias por tu compañía, mariposa del alma.
    Besos.

    ResponderEliminar
  14. Salma, sí, ya veo las escamas de ofidia. A lo mejor, en uno de nuestros múltiples filos-rostros, hemos compartido abismo.
    Gracias por tu sinuosa aparición.

    ResponderEliminar
  15. Carmela, yo creo que todos somos espejos de algo, de alguien, de espíritu o de otro ser en los sueños. Nos entendemos.
    Besos que te lleguen a la velocidad de la luz.

    ResponderEliminar
  16. Tío , anda sigue buscando ya darás con el Archivo de la Mariposa Negra
    y aquí esta mi mejilla para que le des un beso :)

    JM, me gusto mucho que me digas
    Mariposa del Alma , un beso para ti en tu mejilla de mi parte

    Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

    ResponderEliminar
  17. Querida y respetada doña Abulola:
    No puede usted imaginarse la alegría y satisfacción que me han producido sus palabras. Y no se debe a los méritos que usted me atribuye, y que no existen más que en una apreciación tan generosa como la suya. Lo más importante es sentir el respaldo y la comprensión en esta búsqueda. Comprenda usted que mi sobrino es como si fuese yo mismo, y todo esfuerzo para devolverlo a la persona que era se me antoja poco. Creyó encontrar el amor y se lo arrebató el más temible de los rivales. Vivió en la frialdad de las oscuridades durante taños y, cuando empezaba a retornar a la vida llana y simple, desapareció. Ahora ha reaparecido, no sé con exactitud dónde, en algún lugar de la costa. Pero algo ha sucedido durante el lapso de su desaparición. Algo asombroso. Algo que estoy intentando averiguar.
    Quedo a su entera disposición. Reciba usted y su amable nieta un afectuoso saludo de su seguro servidor.
    El tío de JM.
    PS: Si en alguna ocasión decide usted viajar desde su tierra, allende los mares, y recalar en Madrid, sepa que tanto para mí como para mi buen amigo Pepe el Viagra será un placer mostrarle los monumentos de la capital, así como, si usted gusta, invitarle a una merienda de chocolate con picatostes en alguna cafetería de la Gran Vía.

    ResponderEliminar
  18. Señora doña Patricia, en esa tarea estoy, en la medida que mis fuerzas responden. Reciba usted el cariñoso beso.
    JM: sé que estás leyendo esto: he regado ya el poto.

    ResponderEliminar
  19. Que somos espejos está muy claro...todos lo somos..veo mucho misterio en tu escrito...me encanta eso...,y hace pensar....¿cuando morimos, donde vamos en realidad?......si volvemos de nuevo,donde,cuando y como..."misterio"...son la doce y media y estoy algo empanada....encantada de leerte amigo, hasta siempre..buenas noches un besico y buen fin de semana..

    ResponderEliminar
  20. AH!!!GRACIAS POR ENTRAR A MI BLOC...Y COMENTAR...UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  21. Carmen, esa es la maravilla de la mente: la capacidad de imaginar múltiples escenarios, posibilidades, destinos. A veces, ello lleva también a la angustia, a la ansiedad de lo desconocido. Es el fruto del árbol del conocimiento. Pero ser así, es ser humano.
    Es un placer visitar tu blog.
    Besos.

    ResponderEliminar
  22. Sólo conozco espejos de cristales.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  23. Yo creo que también hay espejos para cosas que no vemos con los ojos.
    O, como escribió Rilke:
    "Nosotros caemos en los destellos de los espejos/ como si fuera el desague secreto de nuestro ser"
    Abrazos

    ResponderEliminar
  24. Apenas uma reflexão que suscita outras tantas... de repente já não sei o que é reflexão ou o que é sonho... mas imaginar a linha do tempo e a possibilidade de viajar por ele, é um tanto assustador. A vida vale por seus momentos e tais momentos são tão mais valiosos por não poderem acontecer, exatamente iguais, uma segunda vez.
    Caro, seu blog encantou-me. Convido-o a visitar o meu e tomar um chocolate comigo, já que aqui no Brasil faz um frio gostoso.
    Uma semana perfeita pra vc.
    Beijos.

    ResponderEliminar