“No mires a los espejos
que ya no me reflejan.
Recorre la calle sin nombre
y susurra a sus oídos de piedra.
Ella volvió a penetrar en la oscuridad
para buscarme.”
No era la primera vez que tenía aquel pedazo de papel arrugado con esos versos en mi mano. A primera vista, no tenían el más mínimo sentido y había devuelto el papel al cajón. Hasta aquel instante.
Ahora me invadía el fuerte presentimiento de que mi sobrino JM dejó, a su manera, alguna especie de mensaje.
El intento inicial de seguir pistas que condujesen a su paradero o explicaran su brusca desaparición resultó del todo infructuoso.
Y no exento de peligro.
Un día recibí la llamada de un individuo que se identificó como policía. Me invitó a reunirme con él en un domicilio donde, según afirmaba, podían existir indicios de que hubiera pasado por allí mi sobrino. Cuando acudí a la vivienda indicada, el policía me estaba esperando junto a dos compañeros. Sólo el que me había llamado abrió la boca, y fue para preguntarme si en algún momento JM había hecho mención a un antiguo libro, un texto escrito en latín que era conocido como “El Libro de los Sollozos”. Ante mi negativa, se mostró entonces interesado en averiguar si yo tenía noticia de que mi sobrino se relacionase con persona o grupo que se hiciese llamar “La Mariposa Negra”. De nuevo, expresé mi desconocimiento y a ello sumé mi irritación por lo que consideraba un inoportuno interrogatorio. Ya había dado toda clase de explicaciones cuando la policía registró el domicilio de mi sobrino. Y no tenía nada que añadir.
Por lo demás, aquella forzada visita me estaba resultando sospechosa. Nadie me había mostrado algún posible rastro en conexión con JM. Lo único que despertaba mi curiosidad en aquel piso era un gran espejo veneciano que colgaba del salón. Y el motivo no era por su indudable valor, sino por la huella grisácea de una mano en el centro del espejo. De improviso, vino a mi mente un relato terrorífico que había leído en "Más Allá del Laberinto", el blog de Doña Morgana, uno de los que seguía con pasión JM. Las circunstancias eran muy parecidas a las que yo estaba viviendo en aquel instante pero, según recordaba, en aquel domicilio había sucedido algo terrible.
“No mires a los espejos
que ya no me reflejan.”
Un temor sin aparente fundamento se había ido apoderando de mis frágiles huesos. Aquellos agentes del orden se conducían de una manera inusual y siniestra. Hubiera apostado a que pertenecían a una agencia encubierta o a una peligrosa secta. El caso es que cuando dieron por finalizadas las preguntas y señalaron que podía marcharme, respiré como si hubiese escapado de una terrible amenaza. No recuperé por completo el aliento y la tranquilidad hasta encontrarme rodeado de gente en mitad de la calle.
El encuentro con aquellos extraños policías contribuyó a enfriar mis ansias de seguir las huellas de JM. Pero, de manera definitiva, su inesperada presentación en estas páginas de internet disipó mis últimas intenciones de continuar la búsqueda. No albergo la más mínima duda de que el "Intimista secreto" es JM, mi sobrino. Conozco su forma de expresarse, sus esfuerzos en ocultar la oscuridad que le habita con vanas ironías, su dificultad para expresar sus sentimientos en la vida real, su fascinación por las mujeres que parecen bañadas por la luz de algún misterio.
No sabía dónde se encontraba oculto. Si estaba lejos, en el extranjero, o, tal vez, en ese lugar de la costa que compartió con la mujer que amaba. En cualquier caso, lo importante para mí era que daba signos de encontrarse bien de salud, no más descentrado en lo emocional que de costumbre e incluso más eufórico y menos oscuro.
Pero, a pesar de mis propósitos de dejar transcurrir los asuntos de mi sobrino ─cualesquiera que fuesen─, al releer hoy las enigmáticas frases del pequeño papel, mi curiosidad recobró vigor. Decidí dar otra vuelta por su apartamento después de comer.
Acomodado en una butaca y con un ejemplar de Cumbres Borrascosas de su biblioteca, me quedé adormecido en esa hora de la siesta. JM se sentía seducido por ciertos personajes femeninos de la literatura y del cine clásico. Además de la novela de Emily Bronte, sabía también que tenía un DVD con la película filmada en 1939 con Merle Oberon de protagonista. Durante mi breve sueño, pasaron imágenes en blanco y negro de la película; tal vez en segundos, se desarrolló la complicada trama que emergía como una matrioska con una tenebrosa revelación tras otra. Al despertar, me sentí dominado por un irresistible impulso que me llevó a entrar de nuevo en el ordenador de mi sobrino y buscar cualquier información que hubiera pasado por alto.
“Recorre la calle sin nombre
y susurra a sus oídos de piedra.”
Encendí el ordenador y comencé a recorrer una vez más la lista de carpetas, prestando especial atención a aquellas que aún no había revisado. No tardé mucho en hallar una que captó mi atención: "Innominata". Sin nombre. "Carpeta sin nombre"...
"Recorre la calle sin nombre"
Abrí la carpeta y de inmediato me solicitó una contraseña, con el siguiente aviso: "Pronuncie las palabras que forman la clave de voz. Tras tres intentos fallidos, se bloqueará el sistema. Si necesita más ayuda, por favor, consulte con el administrador del sistema."
"Si pudiera consultar con el administrador del sistema, no estaría aquí metiéndome en camisa de once varas ─pensé con desesperación─. Ya me gustaría a mí poder hablar con mi sobrino y averiguar a qué se debe tanto misterio."
Por desgracia, las únicas noticias que obtenía de JM radicaban en las respuestas a los comentarios de sus textos; eso que por lo visto llaman post. Y, para mayor ironía, era yo el encargado de ir colocándolos, con el mejor criterio que Dios me daba a entender. Si al menos sirviese para que JM hiciera caso de las sensatas advertencias que le hacían algunos lectores en sus respuestas. En especial, algunas damas de pluma delicada y sabio discernimiento, a las que, por cierto, me gustaría que la diosa Fortuna me deparase ocasión de saludar con la debida cortesía y merecimiento.
Pero no eran momentos de pensamientos placenteros, sino de acción o, como decía JM, de "desplegar una táctica". Bien, me encontraba ante un reto informático, pero no por ello iba a amilanarme, pues contaba con dos formidables bazas a mi favor: una, que conocía muy bien los gustos de mi sobrino; y la otra, nada menos que la inestimable colaboración de Pepe "El Viagra". Mi amigo había trabajo durante muchos en años en una empresa de ignífugos y revestimientos, lo que era causa de la enfermedad pulmonar que daba un tono azulado a su piel y de lo que, a su vez, derivaba el apodo de "El Viagra". Tras su prematuro retiro, pasaba largas horas en el ordenador, enganchado ─según él mismo reconocía─ a ciertos videojuegos de culto como Warcraft, donde había llegado a ostentar el rango de brujo de nivel setenta. Sus conocimientos informáticos hacían que de vez en cuando se comportara de forma un tanto prepotente, pero también era cierto que sin su ayuda no hubiera podido preparar esta página de internet dedicada a mi sobrino y a la que había puesto el nombre de El Intimista Secreto.
- Esto es como la Cueva de Alí Babá pero en versión digital ─me había comentado Pepe "El Viagra" delante del ordenador de mi sobrino, una vez puesto en antecedentes─ No es nada del otro mundo, hay mejores formas de proteger datos ─añadió con aires de suficiencia─. ¿Tienes idea de cómo funciona?
- No ─respondí─. Si lo supiera no te habría llamado. Ni si quiera sé de lo que estás hablando.
- Lo primero que tienes que hacer loguearte.
- Para el carro, Pepe, a ver si después de tantos años nos vamos a perder el respeto ─no estaba dispuesto a que continuase con aquellas ínfulas de sabiondo.
- Que no, hombre. Quiero decir que tienes que introducir la contraseña, pero en este caso es una clave de voz. A eso me refería con lo del cuento de Alí Babá; ya sabes: "Abrete Sésamo"
- Ahora caigo. Pero ¿cuáles son las palabras que tengo que pronunciar? Seguro que no son "Abrete Sésamo".
- La contraseña tienes que conocerla tú. Sólo tienes tres oportunidades para probar antes de que se autobloquee el sistema. Alguna frase favorita de tu sobrino, un trozo de una canción, un refrán, no sé, tuvo que comentarte algo.
- No estoy seguro. En una de nuestras últimas conversaciones me estuvo hablando de un video de esos del "yo tuve"
- Se dice "youtube"
- Pues yo lo digo así, ¿vale, Pepe?
- No te enfades por eso, hombre. Vamos al grano.
- Total, que era de un cantante, Diego "El Cigala", creo recordar, que ponía voz a la letra del pasodoble "Suspiros de España". Mi sobrino recordaba que mi hermana, su madre, solía tatarear esa canción cuando él era muy pequeño.
- ¿Te acuerdas de la canción?
- Naturalmente. Yo no entenderé de ordenadores pero de buena música...
- Empieza a hablar cuando yo te lo diga ─me advirtió Pepe "El Viagra" manipulando las teclas del aparato─. Acércate a ese punto negro debajo del marco de la pantalla: es el micrófono. Y no hace falta que te pongas a cantar, por Dios, que te conozco; basta con que pronuncies despacio la letra de la canción. ¿Listo? Ya.
- Allá voy:
"Quiso Dios, con su poder
fundir cuatro rayitos de sol
y hacer con ellos una mujer."
- "Contraseña incorrecta. Quedan dos intentos antes del bloqueo del sistema." ─replicó la máquina con un sonido entre una voz de persona con fuerte resfriado de nariz y el balido de una cabra.
- Tiene que ser otra cosa ─reflexioné en voz alta─. Algo muy personal. Ya sé: los primeros versos que escribió para Raquel cuando se conocieron. Me dolía la cabeza de tanto oírselos. Vamos a probar.
- ¿Seguro?
- Seguro, Pepe.
- Ya. Ya puedes hablar.
- "A ti, quienquiera que seas
que me quieres,
cualquiera que sea el viento
que desapacigua tus silencios,
te..."
- "Contraseña incorrecta. Queda un intento antes del bloqueo del sistema." ─se regodeó la máquina de los cojones. Empezaba a ponerme nervioso y me sudaban las palmas de las manos.
- Ya sólo nos queda un intento. ¿Tanto merece la pena lo que hay en esa carpeta?
- Y yo qué coño sé -contesté malhumorado.
- Si me aceptas el consejo, yo de ti lo dejaría. Estás comenzando a decir tacos. Eso no es raro en tu sobrino, pero tú nunca dices palabrotas a no ser que estés a punto de explotar.
- Otra cosa; tengo que pensar en otra cosa. Algo que sea evidente; que tenga delante de mis narices.
- Pues en esta mesa no veo nada aparte del ordenador y de unos cuantos DVD.
- ¿DVD? Déjame ver: "Cumbres Borrascosas". Umm, podría ser, pero, no,no, es este otro: "Rebecca". ¡Claro! ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
- ¿Qué es lo que no se te había ocurrido?
- La obsesión de mi sobrino por Raquel es comparable al culto por Rebecca en la novela gótica que Hitchcock llevó al cine. JM la habrá visto decenas de veces. Y siempre dice que el papel que interpretaba Joan Fontaine debería haberlo hecho Vivien Leigh. Es un autentico fan de esa actriz. Pero volvamos a esta pista. ¿Recuerdas cómo comenzaba la película?
- Creo que con algo de la mansión, con la protagonista hablando de aquella mansión maldita donde había habitado Rebbeca.
- Exacto. Prepara la máquina.
- Lo que tú digas. Es la última oportunidad. Cuando quieras...
- " Anoche soñé que había vuelto a Manderley."
"Pi, pi, pi. Contraseña correcta".
- La madre que...─exclamo Pepe "El Viagra", atónito.
- Lo sabía.
- Vamos a cotillear lo que hay dentro ─se apresuró a decir mi amigo.
- Eh, espera. Son cosas personales de mi sobrino.
- Para mí es como si fuese también de mi familia.
- Está bien, Pepe. Además no termino de entender estos cacharos.
- Ordenadores.
- Máquinas de los cojones.
- Tranquilízate. Mira: se ha abierto la carpeta y dentro hay una serie de subcarpetas con nombres curiosos.
- ¿Curiosos? Espera que me ponga las gafas.
- Ya te lo leo yo: "El Libro de los Sollozos" "Crónicas de la Mariposa Negra" "The World of Ancient Persia" "Los jacarazzis: el mito de las bestias semihumanas"
- Abre una carpeta. "El Libro de los Sollozos", por ejemplo. Creo que hay algunas personas interesadas en ese viejo volumen.
-Lo que tú mandes ─dijo Pepe "El Viagra" seleccionado el archivo y pulsando la tecla enter.
De repente, se escuchó el ruido de un chisporroteo y todo se quedó a oscuras. Una intensa fragancia a violetas invadió la estancia.
- Se ha ido la luz ─acerté a balbucir.
- Y me parece que no estamos solos, viejo amigo.
Poseído de nuevo por un temor irracional, golpearon dentro de mi cabeza los dos últimos versos que JM había escrito en aquel pequeño pedazo de papel arrugado:
"Ella volvió a penetrar en la oscuridad
para buscarme.”
INTIMISTA,aunque estoy en las islas Caimán ,no he podido resistir a leer tu relato.Agradezco tu mención a mi blog y relato...la clave está en el espejo.El está al otro lado,sin duda alguna,no tienes más que ver las carpetas que tiene en su Pc,Mariposa Negra...quizás esté en otro mundo paralelo al nuestro...en un relato de Morgana,eso le pasó a la protagonista.Jugó con fuego y se quemó.
ResponderEliminarUn millón de besos y ya te contaré el lunes mi cavario en las islas...
Besos.
De entre todas estos calificativos convertidos en sustantivo, el que siempre me ha llamado más la atención es el de “Innominata”...
ResponderEliminarEXCELENTE relato!
Besos
Morgana, confío en que tu viaje por las islas Caimán sea provechoso; tu procura beneficiarte todo lo que puedas. Me refiero en cuanto a salud y energía, claro.
ResponderEliminarSabía que apreciarías mi guiño a tu relato. Lamento que mi tío se perdiera buscándome en tu página, distraído por tantas bellezas góticas. Creo que sólo a este punto se acercan nuestros relatos. JM no se ha ido a ningún mundo paralelo, a no ser que llamemos mundo paralelo a lugares corrientes donde suceden cosas que no son corrientes, a momentos e instantes en que se producen anomalías o rupturas de la normalidad. El mundo de la Mariposa Negra es el de todos los días.
Mientras tanto, el tiempo pasa, y yo, efectivamente, cada vez me escondo más en mi refugio.
Mil besos tropicales. Ya me contarás cómo está marchando tu viaje.
Respir…, me encantan ciertos nombres y adjetivos en latín y griego. Yo no tengo ni idea de esas lenguas, pero tengo ayuda. Me alegra de que disfrutases con el relato. Digamos que mi tío representa esa parte objetiva que debería existir en mi vida. Somos como el poli malo y el poli bueno.
ResponderEliminarCualquier excusa es buena para verter nuestras experiencias, nuestros sentimientos y nuestros sueños con palabras.
Mil besos de media tarde.
Buenísimo el relato y tu desdoblamiento, sencillamente genial; no podía dejar de leer.
ResponderEliminarUn beso, y otro para tu tío que me cae bien ;-)
Ahora mismo cojo mi mochila y me voy contigo a desvelar el secreto. Ya no aguanto mas.
ResponderEliminarUn biquiño y hasta muy pronto, ajaja.
Hola Sapito! Que buena esta parte, puro suspenso (es una secta??) También he despatarrado de la risa. Y me ha llamado la atención lo de Cumbres Borrascosas, es mi libro preferido, en la entrevista que me hicieron hace mucho lo puse. Esta transcripta en mi blog "Quieres saber más acerca de mi"; Buenissimo que tengas esa versión de la peli del 39.
ResponderEliminarEl final me dejo con una intriga, sabes que soy curiosa: Aroma a violetas? y encima se corto la luz, yo que tu tio salgo corriendo ya mismo, no se me verían las patas jaja. Y tu amigo, aficionado a los videos juegos, a mí también me gustan, ese ya lo he jugado; pero soy fana de la Tomb Raider.
Tu tío es el que se lleva todo mi amor, pobrecito como sufre.Lástima que nos separe tanta diferencia de edad, me debe llevar más de 40 años (si es que tiene 70). Seré Heidi “abuelito dime tu… laralara” jaja. Dile que le dejo un besito.
Me voy a volar por allí, porque el domingo está muy lindo y esta vez conste que no comí nada (por más que el pastel me tentaba)de tu nevera. Si falta no fui yo, lo juro por la luz que me alumbra (ahora se corta) y el pan duro.
Muahhhh con rayitos de sol
Paloma, qué ilusión que te hayas metido en el relato y te haya entretenido. Ahora que acabo de llegar de la playa, me encanta encontrarme con estos comentarios, me da ánimo ver palabras amigas (aunque puedes criticar lo escribo, que para eso está).
ResponderEliminarMi tío me ha mandado un mensaje en el que insiste en que te transmita su “mayor consideración y el más encendido, aunque respetuoso, fervor” a tu persona y a tus palabras. También quería hacerte llegar una foto dedicada de cuando estuvo en la campaña del Sahara, pero al final le he convencido de que era ya mucho atrevimiento. Juás, el pobre.
Mil besos.
Carmela, mal no le vendría a mi tío tu ayuda como decida seguir metiéndose en berenjenales. El problema es a ver cómo te lo quitas luego de encima. Qué pesao.
ResponderEliminarMil besos.
Mi ángel-princesita, no sabía lo de tu admiración por Cumbres Borrascosas, qué casualidad, será que los dos tenemos buenos gustos, ja, ja.
ResponderEliminarLa carpeta Innominata tiene las pistas de otras andanzas de JM, andanzas en que hay personajes misteriosos y una fragancia de violetas ligada a la historia de una mujer poco corriente. Eres muy muy observadora.
Mi tío, al que la primavera en nuestro país ha debido afectar demasiado, me ha mandado otro mensaje: dirigido a Doña Melody: “Lamento no contar con el vigor y fuerza de hace 30 años, pero sepa usted, que es dama de muchas y peligrosas aventuras, que en todo momento puede contar con el sustento y protección de mi brazo derecho, e incluso del izquierdo si fuera menester. Queda a su entero servicio… etc, etc”
Menudo pájaro. Y luego habla de mí.
Mil besos.
Intimista,mi viaje a las Caimán no fue cómo esperaba.
ResponderEliminarBesossssssssssssss
Morgana, ya he leído tus tribulaciones en las Caimán. Y a pesar de estar preparada para cualquier contingencia, incluidos ataques NBQ (un día de estos, te pido prestada tu ametralladora, es guay). Fíjate, tuve por un momento el pensamiento de que mi tío se había ofrecido caballerosamente a acompañarte y, como de costumbre, se había metido en líos. Menos mal.
ResponderEliminarPaciencia, habrá más oportunidades.
Besillosss
Me gusta un montón tu relato, mezclas de una manera magistral la intriga con los diálogos que mantienes mientras intentas adivinar la contraseña del ordendor de JM.
ResponderEliminarTu sobrino creo que ha pasado a mejor vida, si no se refleja en los espejos se ha ido con ella, con la que no se nombra, con la que vence, casi siempre, muchas veces porque sabe como manipular la mente y lograr que el miedo se apodere de aquellos que la ven.
Tu sobrino no será uno de los que vio al Hada de los dientes, a ella le gusta la oscuridad :P
Un besito de intriga .
pd)Geniales reseñas en Inominata...
Besitos a Morgui! Veo que ha vuelto d las Caiman
jaja
Intimista, guapo como tú solo! ¿Cómo no quieres que te consienta si lo haces tú cuando me dices que soy un sol? Gracias por eso!
ResponderEliminarBueno, pues yo tengo ganas de seguir leyendo los próximos capítulos de esta historia, este misterio me está enganchando mazo y es fascinante. Quiero saber qué hay en la carpeta, vuelve pronto con el próximo capítulo de lo que espero que sea un libro.
Un abrazo enorme y muchas gracias de nuevo por tus comentarios, son como agua fresca de mayo.
Andri
PS: Perdona que no haya pasado antes, pues vengo a un ciber y voy algo limitada. Otro abrazo!
Máquinas de los cojones.
ResponderEliminar- Tranquilízate. Mira: se ha abierto la carpeta y dentro hay una serie de subcarpetas con nombres curiosos.
- ¿Curiosos? Espera que me ponga las gafas.
- Ya te lo leo yo: "El Libro de los Sollozos" "Crónicas de la Mariposa Negra" "The World of Ancient Persia" "Los jacarazzis: el mito de las bestias semihumanas"
Esta alli esta !!!
"Crónicas de la Mariposa Negra"
Espero que tu Tio se de cuenta , estoy que no me pierdo nada
Un abrazo fuerte fuerte
No Capri, no. Puff, de momento, a JM no le ha mordido ningún vampiro: está vivito y coleando y se refleja en los espejos. Me gustan los mordisquitos en el cuello, pero de los que hacen cosquillas.
ResponderEliminarEl intimista, JM y un servidor somos la misma cosa. De mi tío ya no estaría tan seguro, ja, ja.
Oye, qué aventura la de Morgana, pero estoy seguro de que saldrá bien, tiene miles de recursos.
Y yo a seguir disfrutando, literalmente disfrutando, de tu página. Que las crisis no te haga recortar en fotos ni en palabras. Eso sí, necesito mucha tila.
Besazos
Andri, es que eres un sol, un solazo, y es que te tenemos que querer. ¿Te he dicho ya lo guapa que estabas en las fotos? Bueno, pues lo repito.
ResponderEliminarHablando de mis relatos: lo mismo avanzan que se sitúan en un pasado cercano. A veces son papeles arrugados (cosas de ese pasado) y a veces situaciones más recientes. No se trata de una novela que vaya poniendo episodio tras episodio. Quizás las cosas de la carpeta Innominata no sean para publicar aquí. De momento, no.
Mil besos.
Patricia, me gustan mucho tus visitas y sé que compartimos en cierto modo la fascinación por esa especial magia de las mariposas. Mi tío acaba leyendo el contenido de las “Crónicas de la Mariposa Negra” pero ¿se atreverá a publicarlo? De momento, déjame que siga con otros recuerdos (papeles arrugados) y escenas que vayan surgiendo.
ResponderEliminarMil besos.
Lo bueno es que tu Tio acaba leyendo el contenido de las Cronicas , tu lo pones en duda al decir ¿se atreverá a publicarlo? tal vez si tal vez no yo como quiera estare atenta
ResponderEliminarUn abrazo y recibo esos mil besos :)
Corazón,agradezco de veras tus palabras de ánimo,Mi enfermedad y su empeoramiento es lo de menos,ahora mis energías están centradas en ella,tiene 28 años mi sobrina,pero siempre la llamo mi niña.
ResponderEliminarRegresaré cuando esté mejor(ella)
Un abrazo enorme y un beso a tu alma.